miércoles, 31 de diciembre de 2008

La libertad, al fin

Dentro de unas pocas horas el horrible 2008 nos va a librar de su yugo, desaparecerá y con ello podremos volver a soñar. Es cierto que se dice que el 2009 será peor, pero eso no lo sabe nadie. Es bueno que seamos precavidos, pero de ahí a dar por sentado que el nuevo año va a ser catastrófico hay un abismo. De lo que sí hemos de ser conscientes es de que la salida de la crisis se ha producir mediante el esfuerzo colectivo, la confianza en los demás, el afán solidario.
Pero no todo lo que nos ha traído el año 2008 ha sido malo. Ana María Matute, por ejemplo, ha publicado una nueva novela, Paraíso inhabitado, y eso siempre es una grata noticia. Con motivo de la presentación del libro ha dicho “Si los demás te rechazan la primera regla es inventarte un mundo.” Julián Marías ya habló con todo lujo de detalles del “rencor contra la excelencia”, con lo que no resulta tan extraño que a Ana María Matute le hayan ocurrido esas cosas. Y tampoco cabe ninguna duda de que quienes la rechazaron son Ancio, Bancio, Cancio, Dancio, Ercio y Furcio, los hijos de la condesa Soez.
Al hilo de las declaraciones de Ana María Matute, resulta muy apropiado citar a otra gran dama, Audrey Hepburn, que dijo algo tan maravilloso como esto:

"La gente, más que las cosas,

tiene derecho

a ser restablecida, revivida, reivindicada y redimida.

Nunca rechaces, ni deseches a nadie."


Extraído de web de Marina Parés Soliva, esa infatigable luchadora contra el acoso moral en el trabajo. De modo que siempre hay un motivo para soñar, personas en las que creer, espíritus exquisitos que nos hacen amar la vida y nos inducen a luchar por un mundo mejor.
De modo que el año 2009 será lo que dejemos que sea. Si todos, o por lo menos los de costumbre, ponemos nuestro empeño, podemos salir de la crisis mucho antes de lo anunciado. Si hablamos del carro, tan de moda, sería bueno, puesto que va tan cargado de gente que no se quiere bajar, procurar apartar a los de debajo, antes de comenzar a empujar.

martes, 30 de diciembre de 2008

Suave como la seda

La Seda de Barcelona es una empresa que sirve para hacerse una idea acerca de la actualidad de la Bolsa. Uno de los principales accionistas y consejero de la entidad presentó una denuncia a la Fiscalía Anticorrupción, para que investigue las compras y ventas de acciones de La Seda, pues piensa que han podido manipular su cotización a la baja.
Independientemente de que sea cierto o falso; o de que se pueda o no se pueda demostrar, el hecho de que un accionista significativo haya puesto esa denuncia indica que es algo que puede ocurrir. No voy a sacar a relucir esa máxima que dice que “todo error susceptible de ser cometido, se cometerá”, sino a poner de relieve que las empresas que cotizan en bolsa no son entes etéreos con cuyos títulos se puede jugar a ganar y perder, sino que son compañías reales, con trabajadores que suelen tener familiares a su cargo, y también que muchos de los poseedores de las acciones no son jugadores, sino ahorradores que han confiado en el potencial de la empresa.
La crisis que estamos sufriendo se sustancia en buena medida en la bolsa. Es una crisis de confianza, de modo que muchos han recuperado lo que han podido de su inversión, vendiendo con pérdidas, temerosos de perder aún más dinero. Y muchos no invierten en bolsa porque no se fían de ninguna empresa. Sólo faltaba saber que hay empresas que se pueden manipular. Eso puede conllevar que los inversores huyan de las más pequeñas y opten por invertir únicamente en las más grandes, por lo que pueda suceder, con lo que se distorsionaría aún más el mercado.
Ignoro si este estado de cosas se puede solucionar o corregir. Pero sí creo saber que para salir de la crisis es fundamental restablecer la confianza. Si volviera la confianza a la bolsa, de modo que comenzara a tener continuas alzas, eso podría ser el comienzo de la salida de la crisis. También considero positivo que los accionistas minoritarios de La Seda de Barcelona hayan decidido unirse.

lunes, 29 de diciembre de 2008

Los homosexuales y el rechazo

Supongo que conviene decir que ignoro cuales son los caminos que conducen a la homosexualidad. Si se llega por motivos genéticos o psicológicos, congénitos o adquiridos. Y si lo ignoro es principalmente porque lo considero irrelevante, salvo para los interesados o para los profesionales que se dediquen al estudio de estos asuntos.
Lo que interesa saber es que un homosexual es un ser humano y, por tanto, con derecho a disfrutar de la vida, al igual que los demás. Decir que la homosexualidad es una aberración de la naturaleza, es una aberración moral, puesto que existen homosexuales, muchos de los cuales han intentado dejar de serlo. Digo esto último para hacer constar la gran presión que han venido y vienen soportando. Es tan grande esa presión que, como se sabe, muchos al descubrirse homosexuales han tenido vergüenza de sí mismos y han intentado por todos los medios dejar de serlo.
Quienes a la menor oportunidad sacan a relucir a Kant diciendo que el ser humano es un fin en sí mismo, también deberían decir que esta norma es aplicable a todos los seres humanos. Por tanto los homosexuales también son un fin en sí mismo, puesto que son tan personas como los demás. Lo que vale de una persona no es su orientación sexual, eso no es más que una circunstancia.
Es tanta la presión que reciben los homosexuales, que muchos de sus padres los rechazan. Estos padres lo que tienen es un amor condicionado por sus hijos. Y el amor condicionado no es amor. Los homosexuales que no son aceptados por sus padres corren el riesgo de sufrir trastornos emocionales de mayor o menor intensidad, que pueden tener fatales consecuencias.
Sería bueno que de una vez por todas cesaran los ataques a la homosexuales, se les reconociera la dignidad humana por parte de los estamentos que aún no lo han hecho. Deberíamos hacer un esfuerzo entre todos para intentar paliar al menos el caudal de sufrimiento que han padecido los homosexuales a través de los tiempos.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Zapatero no es un inocente

Se refiere Ignacio Camacho en su artículo de hoy en el ABC a cierto inocente, que no puede ser otro que Zapatero; desde el principio queda claro que no es tan inocente, sino que más bien se lo cree él que lo es. Dice que carece del sentido de culpa y no es el único que ha reparado en ello. Se trata de un dato ciertamente preocupante y todavía lo es más si tenemos en cuenta que no es el único político de quien se puede decir eso.
Pero sí que hay inocentes en el mundo. Sí que hay personas con derecho a celebrar hoy su fiesta. Son aquellos que “Donde hay vino, beben vino; donde no hay vino, agua fresca”. Tienen derecho a considerarse inocentes, y por tanto víctimas de los descendientes morales de Herodes, aquellos que no creen que todo lo que hacen los de un bando está bien y lo que hacen los del otro está mal. Aquellos que confían en la buena fe de los demás y se ven sorprendidos por quienes más obligación tienen de comportarse según se espera de ellos.
¡Ay! si se hiciera un censo de todos los que han sido traicionados, burlados, escarnecidos, pisoteados, por aquellos a quienes tuvieron que confiar la defensa de sus intereses; quienes deseaban seguir soñando, quienes se empeñaban en creer que el sistema les apoyaba en la defensa de su dignidad y se dieron de bruces contra el egoísmo circundante, ése que hace que los que tienen un estatus y no desean ponerlo en riesgo traicionen, delaten o pisoteen.
No faltarían entre esta caterva altos clérigos, reputados juristas, tenebrosos psicópatas que se protegen con pseudónimos, adulterados profesionales de cualquier cosa que proporcione pingües beneficios, predicadores y tomadores del nombre de Dios en vano, ventrílocuos vocacionales que temen tener ideas propias, por si éstas les causan algún problema, charlatanes que se dedican a la política, y muchos más. El mundo se divide en dos. Que cada cual coloque a Zapatero en el grupo al que cree que pertenece.

sábado, 27 de diciembre de 2008

La crisis de caballo

Dice Rajoy que el balance de 2008 es una “crisis económica de caballo”, con lo cual demuestra varias cosas. En primer lugar, que desconoce el significado de la palabra balance. En segundo lugar, demuestra tener muy poca imaginación. ¿Qué es eso de crisis de caballo? Es una crisis grave, severa, cuya particularidad española puede decirse que fue generada por las recetas económicas del gobierno del PP. Es cierto que Rodrigo Rato dice que ya tenía preparadas medidas correctoras, para el caso de que hubiera vuelto a ganar las elecciones, pero puesto que el PP no ha aplicado esas medidas en las Comunidades Autónomas en las que gobierna, puede pensarse que son de Rodrigo Rato y no del PP.
La crisis es sobre todo de confianza y no hay modo de confiar en los políticos españoles. En el caso de Rajoy, ni siquiera tiene la confianza de su partido. Da la impresión de que quienes le apoyan, en realidad le tienen secuestrado. Y de que no tiene ninguna posibilidad de hacer lo que le gustaría. Pero sea lo que sea lo que puede hacer, no debería negarle sistemáticamente todo a ZP, esa afortunada marca electoral. Al menos, debería reconocerle que tiene unas cejas peculiares y una esposa que canta.
Por su parte, Zapatero, con sus ministros contradictorios, Sebastián y Solbes, con su empecinamiento en negar la crisis cuando ya se habían arruinado muchos, con ese optimismo proverbial, que no logra contagiar a nadie, tampoco es capaz de generar confianza. Otra característica de Zapatero es que sabe dar dinero a los ricos y palabras a los pobres. Insiste el presidente en que saldremos pronto de la crisis, pero no explica los motivos de su optimismo. Lo cierto es que todo apunta a que la crisis será más duradera en España que en otros países de nuestro entorno.
Los motivos de tal pesimismo sí tienen explicación. Los políticos españoles van cada uno por su parte. La crisis española se fundamenta principalmente en el ladrillo, costará mucho tiempo vender las viviendas que hay actualmente en el mercado. Hay un exceso de inmigración, que vino engañada. Los gobiernos autónomos, por su parte, en lugar de colaborar en la solución de la crisis, aportan su granito de egoísmo. A pesar de la que está cayendo, todavía no se ha aligerado la nómina de asesores.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Los jueces

Se refiere el PSOE, de forma crítica, a la imagen de los jueces, por lo que considera una escasa sanción al juez del caso Mari Luz. La cuestión es que a la funcionaria que tenía que ver con el caso le ha caído un castigo muy grave y el del juez es bastante asumible. La música de fondo es que los juzgados trabajan con muy escasos medios y esta excusa que ha servido para el juez, no ha influido en el caso de la funcionaria. Quizá sea porque todavía hay clases en España. Unos están más protegidos que otros.
Pero si el error es achacable a la escasez de medios de los juzgados, quienes deberían responder cumplidamente por el error son los políticos encargados de dotar de medios a los juzgados y no se ha vislumbrado, ni pedido, y ni siquiera sugerido ninguna dimisión. Se conoce que todos los partidos políticos tienen algo de culpa y han decidido no pisarse. Por otro lado, como los jueces, desgraciadamente, dependen tanto de los políticos, no han desviado la mirada hacia ellos, quizá por no empeorar más las cosas.
Pero siguiendo el hilo de imagen de los jueces, conviene echar una mirada a lo que dice Alfonso González Guija, Juez decano de Bilbao, en declaraciones concedidas al diario El País. Le preguntan por las conversaciones de López e Ibarretxe con Batasuna y responde lo siguiente: “Entiendo, desde el punto de vista del sentido común, que la opinión pública considere una barbaridad que se pueda criminalizar a un político o al lehendakari por fomentar el diálogo para buscar la paz. Lo entiende todo el mundo.
De modo que si alguien comete un delito, basta con ponerle a ese delito un nombre apropiado para que parezca otra cosa. Eso solían hacerlo los políticos, y luego se quejan de que los tomemos a guasa, pero en boca de los jueces la cuestión es más preocupante. Y sobre todo, y en el caso citado, insultante para las víctimas de ETA.

jueves, 25 de diciembre de 2008

El discurso del Rey

Habla el Rey en su discurso de que todos hemos de tirar del carro en la misma dirección, con el fin de volver tan pronto como sea posible a la senda del crecimiento económico. Previamente había dicho que hay que anteponer el interés general al particular. Quizá fuera conveniente poner algún ejemplo concreto. Éste podría ser el de quienes hayan decidido conservar las acciones que tenían. Si todos hubieran optado por venderlas, ya no habría crisis, porque no habría nada. Gracias a que muchos han decidido no vender las empresas pueden seguir funcionando.
Otro modo de tirar del carro sería el de que quienes tienen algún dinero que no van a necesitar a corto o medio plazo decidieran invertirlo, puesto que ahora hay muchas oportunidades, que incluso pueden considerarse gangas. Sin embargo, la bolsa es uno de los lugares en los que más abunda el egoísmo. Incluso muchos de los expertos en bolsa recomiendan esperar tiempos mejores para invertir.
También se refiere el Rey en su discurso a la solidaridad y dice que le preocupan las numerosas personas que han perdido su empleo. También conviene concretar en este punto, para hacer hincapié en que es más fácil encontrar la solidaridad entre las capas inferiores de la sociedad, en las que se encuentra la mayor parte de las personas que han perdido su empleo, y que en las más elevadas hay mucho más egoísmo, motivo al que deben muchos la privilegiada situación que han logrado.
No ha faltado, ni debía faltar, la referencia al terrorismo, y no viene mal recordar que en este caso es en el que la solidaridad es más difícil, puesto que el propio Odón Elorza, como era de esperar, se niega a quitarle la calle a un etarra. Probablemente calcula que si lo hace puede perder las próximas elecciones, dada la gran cantidad de simpatizantes que tiene ETA en San Sebastián.
No es tiempo para el desánimo, afirma, pero sí, a la vista del paisanaje que tenemos por los alrededores y, sobre todo, de quienes se ocupan de nuestros asuntos, por lo menos el Rey tendrá que concedernos el derecho a estar preocupados.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Javier Marías y los insultos en internet

Hace unas fechas, en La zona fantasma, Javier Marías dijo que por primera vez en su vida, o casi, estuvo navegando por internet. Lo que ocurre es que tal y como lo cuenta supo ir al grano, lo que da que pensar en que probablemente su navegación fue guiada. Puesto que su veredicto final es negativo, el título del artículo –Una región ocultamente furibunda- ya lo anuncia, quizá no esté de más hacer algunas consideraciones.
Podría haberse esperado en un principio que la gente aprovechase las posibilidades que ofrece el anonimato para comportarse de modo similar al de los héroes que aplaude en el cine. El anonimato permite hacerlo sin riesgo, pues no obliga a llegar hasta el final. No obstante, lo que se ve en internet es lo mismo que hay en la vida real. Nada nuevo entonces.
Javier Marías es un hombre con una inteligencia muy aguda, que además ha disfrutado de unos padres muy estimulantes, una casa repleta de libros y una posición social relevante. Todo lo cual garantiza el estar, pero no el ser. La diferencia entre ser y estar no es baladí. Julián Marías, y estas son buenas fechas para recordarlo, explicó que “el rencor contra la excelencia” es odio contra lo real, contra lo que “es”.
Para ser no es necesario tener una gran inteligencia, ni unos vastos conocimientos, sino que basta con quererlo y poner el empeño en lograrlo. Puesto que los Marías son tan aficionados al cine, y ambos han escrito páginas memorables sobre él, yo pondría como ejemplo de alguien que es, aunque sea un personaje de ficción, a Holly Golightly, la protagonista de Desayuno con diamantes.
Quien no “es”, no lo es en ningún sitio, ni en la vida real, en la que su ambición se reduce a querer estar, ni en internet, en donde no tiene reparos en insultar valiéndose del anonimato, ni en verter cizaña, o en cualquiera de los múltiples modos de hacer maldades que existen.
Pero debería saber Javier Marías que hay mucha gente que sabe aprovechar las posibilidades que ofrece internet.

martes, 23 de diciembre de 2008

Los bancos no prestan

La cantinela que se viene escuchando es que los bancos no prestan, como si los bancos tuvieran la culpa de la crisis. Los bancos tienen su parte de culpa, pero no toda. A decir verdad, la crisis era imparable. Ahora que ya no hay nadie que la pueda negar y se puede pensar en ella desde todos los ángulos, cabe verla como una bola de nieve que iba creciendo más y más.
La sociedad opulenta ha estado viviendo por encima de sus posibilidades; prácticamente todos los sectores han participado de esta locura, que ahora se reconoce que no podía terminar bien. También se puede decir que algunos de esos sectores y precisamente los que tenían la obligación de poner algo de cordura, como son los bancos y los partidos políticos, echaron leña al fuego. En el apartado de los bancos, lógicamente, hay que incluir a las cajas de ahorros.
Los políticos porque cobran de los ciudadanos para cuidar sus intereses. Y en lugar de ello, estuvieron fomentando más y más la construcción y con ello el derroche, porque supuestamente convenía a los ayuntamientos que gobernaban. Ni se les ocurrió poner freno, ni aconsejar a sus alcaldes que se moderaran. Se puede pensar que interesaba a los partidos también.
Las entidades financieras tienen personal especializado que debió prever lo que podía ocurrir. Pero prefirieron cerrar los ojos y correr la carrera de la multiplicación rápida de beneficios. Y ahora no es que no quieran prestar dinero, que sí que quieren; es que como todos los demás, no saben hasta dónde podrán resistir. No es que no se fíen de nadie, es que no quieren ser los primeros en caer.
Vivimos una crisis en la que la clave se llama desconfianza. No hay que poner la mirada en los bancos, pues, sino en los políticos. Lo que ocurre es que éstos que deberían haber sido los primeros en tratar de generar confianza, haciendo ver a la gente que se tomaban en serio los problemas, que eran capaces de ponerse de acuerdo por este motivo y pactar medidas. Pero no. En España, los políticos son los que más desconfianza generan.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Creer en la suerte

Así titula María José Pou Amérigo su artículo de hoy, en el que se refiere al paradójico caso de que siendo así que cada vez hay menos gente que cree en Dios se mantiene, sin embargo, la fe en la suerte. Concuerdo con ella en su planteamiento, pero me permito añadir que todavía hay más gente que cree en la impunidad que en la suerte.
No escasean quienes abusan de personas indefensas, sin duda porque ignoran el daño que se hacen a sí mismas. Por algo dijo Goethe que la más cruel de las venganzas consiste en no vengarse. La suerte, en cambio, contiene una gran cantidad de variables que ningún ser humano es capaz de abarcar. Freud agradecía haber tenido una vida muy difícil y eso indica que pensaba que si hubiera tenido lo que comúnmente se tiene por suerte no hubiera adquirido unos conocimientos que consideró de mayor valor que los padecimientos que le habían costado.
Pero volviendo al artículo citado al principio y concretamente en lo que respecta a la pérdida de fe en Dios, también me atrevo a añadir que en lo que a mí se refiere, y al igual que María José Pou Amérigo, deseo que exista; pero que después de haber tratado con mucha gente que siempre tiene su nombre en los labios, sacerdotes, monjas y seglares sumamente devotos, la impresión que me queda es que no he conocido a nadie que realmente tenga fe; más bien me hacen pensar en aquel mandamiento que dice que no hay que tomar el nombre de Dios en vano. Debo añadir que nunca he tratado a María José Pou Amérigo, por tanto, no se la puede considerar incluida en la lista.
La fe no se puede lograr por decreto, ni por imposición, ni mediante discursos teóricos. En los dos primeros casos, como mucho, se fomenta la hipocresía, en el tercero ni siquiera eso. Quienes de verdad quieran fomentar la fe en Dios deben intentar conseguirlo con su actitud, con sus actos. Por sus hechos los conoceréis.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Hugo Chávez, Simón Bolívar

No es probable que cuando Simón Bolívar estaba en su apogeo, o en la fase previa, Hugo Chávez se hubiera atrevido a molestarlo de algún modo. Cabe suponer que en esta época a lo más que se hubiera atrevido es a intentar ganarse su favor. Quizá en sus últimos tiempos podría haber tenido algún gesto atrevido, en el caso de que antes hubiera logrado ganarse su confianza y por tanto estuviera en una posición de privilegio y se viera con posibilidades de optar a algo más. Pero los muertos no pueden defenderse y de ahí que puede que incluso Chávez ordene exhumar el cadáver de Simón Bolívar.
Respecto de este asunto viene muy a propósito el libro que acaba de publicar Fernando Iwasaki, titulado rePUBLICANOS, en cuya página 89, y dentro del esclarecedor capítulo titulado Bolívar 5-San Martín 3, escribe lo siguiente: “No conozco a ningún caudillo, presidente o dictador latinoamericano que haya reivindicado el nombre o la memoria de José de San Martín en su beneficio, pero en cambio abundan los iluminados y los salvadores que se han proclamado herederos y continuadores del ‘sueño’ de Simón Bolívar.”
En ese mismo libro, Fernando Iwasaki aventura la posibilidad de que Fernando VII desconociera la existencia de América y dedica un capítulo, el IV, a explicar cómo ha llegado a esa convicción. Y ahora sostiene Chávez que había una conspiración para asesinar a Simón Bolívar en la que estaban implicados el citado rey de España, Fernando VII, el presidente de Estados Unidos y la corona de Inglaterra. Según Chávez los enemigos de Simón Bolívar eran Colombia, Estados Unidos y España.
Debe de ser muy poco lo que Hugo Chávez sabe de Simón Bolívar y esto es lo que mejor conviene a sus inocultables deseos de servirse del libertador para sus propios fines, puesto que así puede rellenar como mejor le convenga los vacíos de su conocimiento. Hay gente crédula que, por algún motivo, le sigue la corriente.
Y a pesar de que no debe de ser mucho lo que sabe de Bolívar, se rumorea que en algunas ocasiones Hugo Chávez suele vestir una réplica exacta del traje de Simón Bolívar y se pasea vestido de esta guisa por el palacio de Miraflores. Que le tiene puesto un lugar fijo en la mesa y que también le sirven comida.

sábado, 20 de diciembre de 2008

El borrado informático

Por lo visto, a nuestra clase política le asustan las alturas, de modo que prefiere el vuelo bajo e incluso rasante. Hay muchos motivos para pensar así, entre ellos la última insidia presidencial, consistente en difundir la especie de que el gobierno de Aznar hizo un barrido informático antes de abandonar la Moncloa, con el fin de ocultar las pruebas del paso de los aviones de la CIA camino de Guantánamo. Como no podía ser de otro modo, el diario El País ayuda al presidente del gobierno en este cometido.
Dicen que el gobierno socialista tuvo que pagar una factura de 12000 euros a la empresa informática encargada de realizar el citado barrido informático y este detalle ya revela que en dicho caso el gobierno saliente no puso ningún empeño en ocultar lo que había hecho. De la Vega, por su parte, y como acostumbra, siguió la senda trazada por su presidente – (…) es demasiado aburrido seguir y seguir la huella (…)- y añadió que hay certeza absoluta de que se han borrado documentos, pero no se sabe cuáles y ese es el motivo por el que no se ha emprendido ninguna acción.
Es impensable que el presidente de una empresa privada pueda borrar o hacer desaparecer documentos relativos a su gestión. Si lo hiciera probablemente iría a la cárcel. Y sin embargo se nos quiere hacer creer a los ciudadanos que un presidente de gobierno goza de impunidad. El supuesto es tenebroso. No cabe darle un calificativo más suave.
Tampoco parece que difundir semejante infundio pueda favorecer al actual gobierno, salvo a muy corto plazo y en el caso de que haya algo oculto por otro lado. Puesto que el asunto es grave, algo debería haber hecho para que no se pueda volver a producir. ¿O es que también ha estado borrando documentos? Porque si el gobierno puede borrar lo que se le antoje, este hecho se puede producir a toda hora y en todos los ministerios.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Así es Francisco Camps

Si fijarse en las personas con las que se rodea alguien ayuda a conocer a éste, hay gestos que también resultan muy significativos y clarificadores. En el caso de Francisco Camps, bastaría con centrar la mirada en Vicente Rambla, por ejemplo, para tener una idea bastante aproximada. Pero este párrafo de César Alonso de los Ríos “Hace unos tres años Francisco Camps tuvo la osadía de explicarme a mí como una novedad la desgracia que suponía el hecho de que el PSOE se hubiera pasado a la defensa de las tesis nacionalistas. ¿Por qué Camps me hizo este discurso a mí, que había escrito más de un libro sobre la cuestión y que ha sido una constante en mis artículos?”, publicado hoy en el ABC, a mí me parece definitivo.
Acostumbrado a los pelotas que, por lo común, le rodean y quizá ponen cara de extasiados cuando les habla desde lo alto de su imaginario pedestal, luego cree que todos son igual. Esto no me lo invento yo, no hay más que fijarse en las fotos que aparecen en la prensa, para percatarse de que habla como si fuera Dios en el Sinaí y los consejeros, sean los que sean, siempre le escuchan con tanta atención que parece fingida.
Tanta rigidez en Francisco Camps, ese no reconocer que los demás también pueden tener ideas y que éstas pueden ser diferentes o mejores que las suyas, revela que en el fondo es muy inseguro. Ello explicaría, por otra parte, lo poco en lo que lo valora Zaplana, que lo tuvo de consejero. Y también explica que Aznar decidiera apostar por él.
De modo que tenemos un presidente rígido y sin cintura, porque sólo se fía de aquello que cree que le sirve, que es incapaz de rectificar, salvo que no quede otra opción, como se ha visto en el caso de Educación para la Ciudadanía. El problema de los valencianos es que la oposición vive en otro mundo, en el que proliferan los dogmas de cierto tipo, los compromisos con el pasado.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Los buitres carroñeros y el AVE

Cuando se intenta saber cómo es alguien ayuda mucho en el empeño fijarse en quienes deposita su confianza el interesado. Así vemos que en torno a Zapatero giran Miguel Sebastián, José Enrique Serrano, Jesús Caldera o Pepiño Blanco. Esa es la cera que arde a su alrededor. También conviene destacar la misión que encomienda a cada uno. Pepiño debe de estar haciendo fielmente lo que se le ha pedido, puesto que lleva ya tiempo haciendo lo mismo. Teóricamente, dados los recursos que emplea, no cabe esperar que convenza a nadie. Pero probablemente, en la práctica resulta que sí, porque de otro modo hubiera cambiado.
Su última hazaña ha consistido en llamar buitres carroñeros a quienes piden cuentas en el Parlamento por las catástrofes que ocurren en las obras públicas. Y apunta que en el metro de Valencia también ocurrió una muy grave y no tuvo consecuencias políticas. Cabría preguntarle a Pepiño si es que conoce alguna especie de buitre que no sea carroñera y si los socialistas valencianos hacen bien sacando a relucir una y otra vez ese accidente del metro o si cabe catalogarlos también como buitres carroñeros por ello. De todos modos, y ya que se refiere a los socialistas valencianos, convendría que tratara de averiguar los motivos por los que han perdido la conexión con los ciudadanos. Aunque averiguar esto es un poco más difícil que alumbrar simplezas.
Da la impresión de que Pepiño habla sin pensar en lo que dice, porque dice que el PP no tiene legitimidad para hacer ninguna crítica, puesto que el hundimiento del túnel del AVE no se ha producido por culpa de la gestión política, sino por las dificultades técnicas de la obra. Cabe pensar que se habrá quedado la mar de satisfecho después de semejante disquisición. Probablemente piensa que todo lo que ha dicho es lógico y que no se podía defender con mejores argumentos a Maleni Álvarez, la ministra de Fomento –“antes partía que doblá”-, y de paso ha conseguido echar estiércol sobre el PP. Como puede verse, ni ha defendido a Maleni ni ha podido ni tan siquiera molestar al PP.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Rosa Díez, El País y ANV

Creo que lo que distingue a Rosa Díez, lo que la hace realmente valiosa, es su decidida actitud frente al terrorismo. Con ello ha sacrificado su tranquilidad y también le ha costado perder mucha popularidad en el País Vasco. Ya se sabe que en aquellos parajes un criminal cristalero ha podido decir que la gente lo quiere a él más que a la viuda de su víctima. Y nadie ha salido a decir que eso es mentira. Esa es la tierra en la que se pudo jugar una famosa partida de tute.
Si Rosa Díez hubiera contemporizado, quizá seguiría liderando al partido socialista vasco, probablemente seguiría siendo muy popular entre los vascos. Pero ella sabe, como toda persona de bien, que quien por comodidad acepta ciertas infamias y adopta una postura ambigua tiene su parte alícuota de responsabilidad en los crímenes etarras, en el clima de terror imperante.
Fernando Savater es otro de los que no han querido tener ningún tipo de responsabilidad en lo que concierne al terrorismo. También ha sacrificado todo lo que ha sido necesario, de modo que cuando se produce algún atentado puede afirmar que no tiene ningún tipo de culpa, pues su oposición a la banda es clara y rotunda.
Es decir, cuando surge algún asunto que tiene que ver con ETA, UPyD sabe el terreno que pisa. Lo que ocurre es que El País, por alguna extraña razón, tiene que acusar a UPyD y al PP de todos los males habidos y por haber. Para El País, lo inteligente es lo que hace el gobierno y la actitud de los dos partidos citados sirve para dividir. Lo inteligente, para este diario, es pues contemporizar, no vaya a ser que se desentiendan los nacionalistas y no colaboren.
Es terrible y es indignante todo lo que concierne al terrorismo. Es indignante que los amigos de los terroristas puedan estar en los ayuntamientos, controlando datos, recibiendo dinero. Y que para permitir esto se invoque a la democracia. Hay democracia en un lugar cuando alguien que opina lo contrario que la mayoría puede pasear tranquilamente por sus calles.

martes, 16 de diciembre de 2008

A propósito del caso Madoff

He comentado alguna vez el caso de Gabino, aquel pastor creo que extremeño al que le tocó el primer premio multimillonario de las quinielas. Hace un montón de tiempo de aquello. Creo que le correspondieron 30 millones de pesetas. Como es fácil imaginar, enseguida tuvo que enfrentarse a un cúmulo de propuestas para invertir ese dinero. Hay que imaginar la situación. Un hombre acostumbrado a tener a su ganado como única compañía durante la mayor parte del tiempo, de pronto tuvo que atender a innumerables directores de banco, asesores financieros, industriales, etc., todos proponiéndole negocios geniales, rentabilidades extraordinarias.
La noticia que dio la prensa, semanas o meses después, es que Gabino había optado por invertir su dinero en fincas agrícolas. Y ahora corresponde analizar su decisión. Si hubiera puesto el dinero a plazo fijo, lo más probable es que ahora siguiera teniendo treinta millones de pesetas 0, mejor dicho, ciento ochenta mil euros. En el caso de que hubiera reinvertido todos los intereses, tendría los treinta millones de pesetas actualizados al día de hoy.
Es evidente que Gabino supo comprender que para ganar dinero hay que arriesgar. Por ello lo invirtió. La segunda lección es que invirtió su dinero en algo que él conocía. Quizá haya quien piense que el precio de las fincas agrícolas ha bajado bastante. De todos modos, su inversión sigue siendo la más sensata. Y lo más probable es que incluso contando con la depreciación los campos que compró ahora valgan bastante más de lo que pagó por ellos. Sin contar con el producto de la tierra, o sea, con las cosechas que haya logrado.
Es decir, personas como Gabino no hubieran caído en la trampa Madoff. Esperemos que al gobierno no le dé por compensar a quienes hayan perdido en ese juego. También conviene señalar que con unos cuantos ministros como Gabino difícilmente se hubiera producido la burbuja inmobiliaria y tampoco son imaginables otras catástrofes que han ocurrido si los ministerios concernientes hubieran estado dirigidos por personas tan sensatas como él.

lunes, 15 de diciembre de 2008

El Plan de Derechos Humanos de Zapatero

Acostumbra Zapatero a alardear de que defiende a los débiles y a los pobres y probablemente espera que puesto que repite tanto estas cantinelas haya un público que lo crea. La realidad queda de manifiesto en esta ley:
50186 Miércoles 5 diciembre 2007 BOE núm. 291
I. Disposiciones generales
JEFATURA DEL ESTADO
20910 LEY 40/2007, de 4 de diciembre, de medidas en materia de Seguridad Social.
Artículo 8. Incapacidad temporal y desempleo.
Se da nueva redacción al apartado 1 del artículo 222 del texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, en los siguientes términos:

«1. Cuando el trabajador se encuentre en situación de incapacidad temporal derivada de contingencias comunes y durante la misma se extinga su contrato, seguirá percibiendo la prestación por incapacidad temporal en cuantía igual a la prestación por desempleo hasta que se extinga dicha situación, pasando entonces a la situación legal de desempleo
En el supuesto de que la extinción se haya producido por alguna de las causas previstas en el apartado 1 del artículo 208 y a percibir, si reúne los requisitos necesarios, la prestación por desempleo contributivo que le corresponda de haberse iniciado la percepción de la misma en la fecha de extinción del contrato de trabajo, o el subsidio por desempleo.
En tal caso, se descontará del período de percepción de la prestación por desempleo, como ya consumido, el tiempo que hubiera permanecido en la situación de incapacidad temporal a partir de la fecha de la extinción del contrato de trabajo.

Se puede leer directamente en el BOE o en el blog de Juan Vilas, en el que relata su peripecia. Entre parecer y ser hay una diferencia sustancial. El mismo gobierno que ha corrido a ayudar a los grandes empresarios y a los grandes banqueros no se inmuta ante le angustia de los más desfavorecidos.
Hace unas pocas semanas surgió la noticia de que una empresa había despedido a una trabajadora que estaba en coma. Los empresarios pudieron tomar esa decisión al pensar que si la Seguridad Social se desentendía del caso ellos no tenían obligación de asumir el coste. El gobierno sufrió mucho menos desgaste por ese caso que la empresa, cuando debió ser al revés. Asusta pensar en los motivos por los que la oposición no hizo hincapié en este asunto.

domingo, 14 de diciembre de 2008

La bofetada de la madre

Da la impresión de que nadie se fía de los demás, cada uno de los implicados se ajusta al reglamento. Los profesores del colegio vieron el moratón en el cuello de David y lo llevaron al centro de salud. Pero los profesores del colegio debían conocer a la familia de David e intuir el alcance del caso. O al menos, podían haberlo averiguado hablando con él. Los médicos, a lo que se ve, tampoco quisieron complicaciones, y el parte médico acabó en el juzgado. La ley, por su parte, no parece dejar margen de maniobra al juez, si hay lesiones se trata de maltrato.
La cuestión puede ser la siguiente. Las lesiones pudieron producirse fortuitamente. El niño se había encerrado en el cuarto de baño y al recibir la torta fue a dar contra el lavabo. A nadie se le escapa que el más leve de los gestos, si está hecho con la intención de ofender, puede tener consecuencias devastadoras para la persona a la que vaya dirigido. Albert Camus explicó muy bien esta cuestión. En cambio, un golpe fortuito o dado aposta pueden perdonarse fácilmente, si quien lo dio estaba efectivamente muy distraído o lo hizo movido por el amor. No se trata de justificar la violencia, sino de tratar de darle el tratamiento exacto que corresponde.
El golpe que ha dado la ley al niño y a su madre puede acabar resultando mucho más nocivo para ambos que la bofetada que la bofetada que lo ha propiciado. Aparte de la separación física, con lo dolorosa que les puede resultar, quedará la desconfianza que puede nacer en ambos, no entre ellos dos (que también), sino entre ellos y el resto de la sociedad.
No hay que olvidar que la madre es sordomuda y el padre está en el paro. Ella ha de abandonar el hogar durante el tiempo que establece la sentencia.
Ocurre a veces que son los espíritus más bellos y bienintencionados los que caen en manos de la justicia, bien sea por la pusilanimidad de unos o por la malicia de otros.

sábado, 13 de diciembre de 2008

La indefensión de Fabra

No se le ha ocurrido nada mejor a Vicente Rambla que decir que Carlos Fabra está indefenso, lo que, entre otras cosas, es una burla hacia quienes realmente lo están. Suelen los políticos dictar leyes y con ello han acabado su misión. Pero quienes no tienen otra cosa que la ley para defenderse están apañados. Pisotear o traicionar a los pobres suele salir bastante barato. Cosa que por lo visto desconoce el Conseller.
Por supuesto que Carlos Fabra, como todos, tiene derecho a la presunción de inocencia. Pero también los jueces que le han imputado merecen que se respete su labor. El acusado puede acabar siendo absuelto, pero también puede ocurrir lo contrario. Referirse, como ha hecho Camps, a la autoridad moral de Fabra antes de que se celebre el juicio es un menosprecio a los jueces y los contribuyentes que pagan los sueldos de los jueces y de los políticos. Camps no hubiera dicho jamás esta frase si no tuviera la certeza de que ocurra lo que ocurra con Fabra no tendrá consecuencias para él. La impunidad revolotea juguetona entre los círculos políticos.
Lo que debería hacer Rambla es exigir al gobierno que ponga los medios que sean necesarios y luego hacer que el gobierno valenciano cumpla en la parte que le toca.
La abrumadora mayoría con la que ha sido elegido tampoco es un dato que favorezca al PP. Cuando la discrepancia no se muestra a las claras queda de manifiesto con ello que el partido se dirige con puño de hierro. Como ha recordado el propio Camps, Fabra tiene muy buena memoria y también una peculiar forma de vengarse.
Naturalmente que yo deseo que Fabra salga absuelto, para un ciudadano no resulta nada alentador que un político sea condenado. Lo que queremos los ciudadanos es que los políticos sean personas ejemplares. Por lo mismo, sería muy conveniente que dimitiera de su cargo y abandonara la política. No debe de tener problemas financieros puesto que dicen que tiene mucha suerte en la lotería. Dejar la política en su caso es lo más recomendable. Falta que lo comprenda.

viernes, 12 de diciembre de 2008

El suicidio de Craig Ewert

Vaya por delante que no vi el suicidio ni entra en mis planes hacerlo. No es un espectáculo, por llamarlo de algún modo, que me atraiga. También conviene decir pronto que ya dije, cuando el suicidio de Ramón Sampedro, que no me parece mal que se ayude, o se permita ayudar, en este menester a quien no pueda hacerlo por sí mismo. Cuando alguien se quiere suicidar no hay modo de impedirlo, salvo en ciertos casos. Por tanto, para que no estén en inferioridad de condiciones quienes necesitan ayuda para todo, también la deben recibir para suicidarse, si la piden.
Una vez dicho todo lo anterior, supongo que queda opción para hablar sobre esa coletilla que se usa tanto en estos casos y que se refiere a la dignidad. No parece muy apropiado hablar de muerte digna. ¿O es que la muerte de Cristo no fue digna? Craig simplemente quería morir y lo ha conseguido. También se habla de vida digna y se supone que en este caso se refiere a la quinta acepción del DRAE, o sea, de calidad aceptable. Lo que ocurre es que mientras unos saben encontrar motivos para vivir en cualquier situación, y encuentran la belleza por todas partes, otros se abruman con facilidad. Lo que se entiende por calidad de vida es tan variado como el número de personas.
Si se refiere a la tercera acepción del RAE, la dignidad no tiene nada que ver con las condiciones materiales de vida. ¿O es que los niños famélicos del tercer mundo no tienen dignidad? La vida es una aventura individual, que cada uno vive a su modo, y quienes, a pesar de todas la dificultades que puedan sufrir, deciden continuar viviendo lanzan con ello un mensaje de esperanza a los demás. No soy partidario, como se ve, del suicidio ni de la eutanasia, aunque tampoco creo que se deba alargar artificialmente la vida de nadie.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Empresa chilena estafa a inversores valencianos

Según información que ofrece hoy el diario Las Provincias y que no he podido encontrar en otros medios españoles, una empresa ficticia chilena estafó once millones de euros a 100 inversores valencianos y 20 empresas.
Según comenta J.A. Marrahí, autor del
reportaje, al que habrá que felicitar, el método consistía en ofrecer terrenos en las regiones chilenas Metropolitana y Libertador Bernardo O’Higgins, que la citada empresa ficticia afirmaba haber obtenido en subastas.
Resulta descorazonador que a estas alturas, y a pesar de que estamos sumidos en una crisis brutal por culpa de la codicia, todavía haya quien sea capaz de arriesgar tanto, en un país tan alejado, en su intento de multiplicar su capital. Y es que, además, desde el principio, el negocio no era limpio, puesto que a los incautos inversores se le hacía creer que habían “soplones” de por medio dispuestos a ayudarles a conseguir gangas.
Y ahora la policía española, como si no tuviera bastante trabajo con los delitos que se producen, tiene que ayudar a estos despabilados a que recuperen su dinero. La cuestión es más grave si se tiene en cuenta que 20 de los damnificados son empresas. La experiencia dice que es inevitable que un porcentaje de particulares, por codicia o por credulidad, caiga en las redes de los tramposos. Por más avisos que se pongan, por más advertencias que se hagan siempre hay quien cae en el caso del phishing, no falta quien pica en el timo de la estampita.
Por su parte, se supone que las empresas son dirigidas de forma eficiente, miden sus riesgos, puesto que suelen tener trabajadores y no deben poner en peligro los puestos de trabajo, y disponen de gabinetes jurídicos. No se entiende que hayan aceptado documentos falsificados, e incluso extendidos por un notario que había sido expulsado de la Corte de Apelaciones.
En su atrevimiento, los acusados llegaron a ofrecer el edificio de la Embajada de Alemania en Chile.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Debate sobre los presupuestos

En el día de hoy, Carlos Pajuelo de Arcos dice que ha visto un animal y lo cuenta de forma muy amena y muy puesta en razón en Las Provincias.
Pero aparte de esta historia, hay otras cuestiones de interés, como el debate sobre los presupuestos, que debe de haber estado la mar de entretenido, según se desprende de las informaciones de los medios. Para El País, como de costumbre, todo lo que hace el PP está mal, así que conviene rebuscar en otros medios para encontrar algo de imparcialidad. En el mismo
Las Provincias, nos enteramos de que De la Vega tildó al PP de “Herodes presupuestario”, por querer matar los presupuestos antes de que nazcan. Sáenz de Santamaría había dicho antes que el gobierno no tiene arreglo ni aunque convoque la Operación Triunfo. En una de sus réplicas, la vicepresidenta había augurado que el PP permanecerá mucho tiempo en la oposición. Es decir, imaginación y futurología por ambas partes. No sabemos lo que tenemos.
Pero bien mirado, puede que haya quien sea capaz de encontrar alguna relación entre el animal que dice haber visto Pajuelo y esos políticos nuestros que calientan las poltronas. Hemos de reconocer que hay gente capaz de relacionarlo todo.
En otro orden de cosas, y a la vista de la situación, cabe deducir, por simple deducción lógica y no por medio de ningún arte adivinatoria, que nos esperan malos tiempos. Estamos inmersos en la que parece ser la madre de todas las crisis, ésa que no existía, y nuestra clase política sólo piensa en la rentabilidad electoral. Los presupuestos que se debaten debieron pactarse. Los partidos deben tener la capacidad de hallar puntos en los que se puedan poner de acuerdo. Lo fundamental es transmitir a la ciudadanía que los partidos se toman en serio la crisis y que entre todos buscan el modo de salir de ella. Es más urgente dar sensación de unidad y responsabilidad que encontrar la idea genial.

martes, 9 de diciembre de 2008

Estilete contra Cataluña

Resulta bastante significativo que tras la tontería de Joan Tardà, nada menos que un medio tan importante como El Periódico le haya dedicado un editorial en el que dice que sus palabras van a ser utilizadas como un estilete contra Cataluña. En el propio editorial Joan Tardà y su partido quedan muy mal parados, puesto que del partido se dice que es incapaz de alcanzar la madurez y de Tardà que es dado a la palabra gruesa y a los excesos verbales.
Algo falla en Cataluña cuando los gestos de personajes como este, al que el presidente del Congreso tiene en poco, puesto que le tilda de primario, alcanzan tanta relevancia que se espera que se utilicen de este modo. Sin salir de Barcelona, recuerdo a Ancio, Bancio, Cancio, Dancio, Encio y Furcio, hijos de la Condesa Soez y todos ellos personajes de Olvidado rey Gudú, de Ana María Matute.
Es curioso que Joan Tardà, o el coronado de espinas, Carod Rovira, representen mejor a Cataluña que la mayoría de sus muchos intelectuales de vanguardia. Si Rosa Díez habla en Barcelona, se puede comparar este hecho con el de un nazi que diserte sobre el holocausto en un centro judío y nadie se rasga las vestiduras por ello. Barbaridades de este calibre se dan por buenas sin más.
No voy a defender el ideario de Rosa Díez, puesto que no es necesario; simplemente, basta con recordar que cabe dentro de la constitución de cualquier país democrático, y que además cuenta con el respaldo de reconocidos intelectuales. El hecho de que algunos socios del Ateneu Barcelonés protestaran porque se le dejó hablar allí es esperpéntico.
Vivimos tiempos en los que la gente se ha vuelto muy cómoda. Prefiere equivocarse con la mayoría a acertar en solitario. No saben quienes así actúan lo abrigado que se siente quien sigue su propio camino. Poco le importa acertar o errar a quien prefiere seguir los rumbos ajenos con tal de no ir solo. Quien opta por su propia vía, pretende la verdad.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Rosa Díez habló en Barcelona

Algunos nos empeñamos en ver a Cataluña, o más concretamente a Barcelona, como un enclave europeo dentro de España, como un modelo al que imitar. En Barcelona residen Ana María Matute, Juan Marsé, Enrique Vila-Matas, Eduardo Mendoza, Rafael Argullol, Jorge Herralde, Arcadi Espada, por citar a vuela pluma a algunos de los intelectuales de primer orden que residen allí. Basándose en ello, uno tiende a pensar que esa bella ciudad es un emporio de tolerancia y libertad. Y además desea que sea así.
En una ciudad liberal, tolerante y cosmopolita, Rosa Díez, o cualquier otro político democrático, y por tanto digno de este nombre, debería poder explicar sus propuestas sin ningún tipo de problemas. Pues no. El hecho de que Rosa hablara en Barcelona fue considerado similar al de una hipotética conferencia sobre el holocausto dada por un nazi en un centro judío. Tan burda reacción no ha motivado la unánime protesta de la prensa barcelonesa, lo que viene a demostrar que en Cataluña rige el pensamiento monolítico y que fuera de él no hay nada.
Esta misma conclusión surge también de la respuesta de la Junta Directiva del Ateneu Barcelonés -en donde tuvo lugar el acto de Rosa-, a los socios que protestaron por ello, en la que manifiestan que la dejaron hablar aunque sus ideas estén alejadas de las posiciones catalanistas de consenso en Cataluña.
Unas pocas fechas antes, en The Economist, se había catalogado como cacique a J. Pujol y ello había puesto de los nervios a muchos. Hay que convenir en que en este estado de cosas, Cataluña está mucho mejor representada por Joan Tardà que por Arcadi Espada; se aproxima mucho más a esas posiciones catalanistas de consenso, o sea, al pensamiento único consentido, Joan Puigcercós que Rafael Argullol. Los intelectuales y, en general, todos aquellos que optan por ser independientes no pueden ser otra cosa que islotes en medio de la borrasca.

domingo, 7 de diciembre de 2008

La homilía de Uriarte en el funeral de Uría

He leído muchas cosas acerca del vil asesinato de Ignacio Uría y la última de todas ha sido la homilía de monseñor Uriarte, que casualmente es la más tibia de todas, la que menos sentido tiene. La diferencia consiste en mientras los demás han dado sus propias opiniones, Uriarte ha hablado en nombre de la Iglesia.
Una de las primeras frases de la homilía es la que sigue: “¿Es éste el camino para la liberación que ETA promete? ¿Qué liberación?” De donde resulta que monseñor da pábulo a ETA, le presupone alguna buena intención. Ignora que ETA es una banda cuya única finalidad es el crimen en todas sus formas y modalidades.
Otra de las perlas del ilustre representante de la Iglesia es esta: “Pero nos avisan que para desarraigarla no basta la pura justicia; es necesario el amor a las personas, al pueblo.” ¿Sabría explicar el obispo qué significa ‘pura justicia’? Cuando afirma a continuación que además de la justicia es necesario el amor a las personas, demuestra desconocer que sin amor no puede haber justicia. Sin amor no hay justicia sino arbitrariedad, que es en lo que él ha caído al no condenar rotunda, claramente y sin paliativos, como han hecho los demás, todo lo que concierne a ETA.
Dice que muchos de los empresarios vascos están amenazados y calla que quienes no lo están deberían avergonzarse. Habla de aparcar diferencias que impiden la paz posible, en lugar de exhortar a todos a que denuncien ante la justicia a los etarras que conozcan.
Se refiere al final de su homilía al valor de la palabra, pero por lo visto se escapa que no vale una palabra cualquiera, o un grupo palabras tan vano como el suyo, sino las palabras exactas, las que corresponden al momento. Y todos los momentos que tienen que ver con ETA precisan de palabras inequívocas, de frases certeras en contra del crimen.
Algunos piden la dimisión o el cese de este obispo. La realidad viene demostrando que todos los obispos que se instalan en el País Vasco acaban conquistando el corazón de Arzallus.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Los muertos vivientes

Un columnista valenciano, que falleció hace algún tiempo, escribió que “to be or not to be” debía traducirse por “estar o no estar”. Él era Doctor en Filosofía y había sido profesor de una universidad de Estados Unidos, por lo que no puede entenderse que hablara a la ligera. Acaso esta afirmación suya, más que para otra cosa, sirviera para definirlo a él. Cabe pensar que lo que le interesaba era estar. Su inmenso caudal de conocimientos bien pudo obedecer a ese fin. Ser una enciclopedia andante es un modo de estar. Tras su muerte, Rafa Marí, que lo había tratado mucho, escribió que le gustaba enormemente debatir y vencer y ver como se marcaba en la derrota en el gesto de su oponente. Vencer, apabullar al rival dialéctico, es otro modo de estar.
Queda una pregunta flotando en el aire: ¿Para qué sirve estar sin ser? Yo soy el que soy, respondió Dios a Moisés. ¿Por qué renuncia la gente a ser? Acaso en la dificultad de la empresa esté la respuesta. Para ser hay que iniciar una búsqueda, internarse en caminos azarosos, apartarse de lo trillado. La búsqueda del ser es siempre individual. “Ser” significa comprometerse con la justicia. Quien convive con la injusticia, acomodándose a ella, puede que “esté” pero, sin duda, “no es”.
Aquellos que son capaces de convivir con la injusticia sin inmutarse, sin que surja un grito de rebeldía de sus gargantas, sin ser capaces de tener ningún sentimiento solidario hacia las víctimas, sin avergonzarse de su silencio cómplice, son muertos vivientes.
Hoy se celebra el día de la Constitución, que consagra el derecho a “ser”. Quien quiere “ser” necesita inevitablemente reconocer que los demás también tienen ese derecho. Quienes niegan ese derecho a otros renuncian al suyo.
Francisco Pérez Puche, acaso la persona viva que mejor conoce Valencia, se refiere en su columna de hoy a Emilio Attard, a quien Adolfo Suárez distinguió nombrándole presidente de la Comisión Constitucional del Congreso. Estuve muchas veces en casa de Emilio Attard y tengo sus libros. Las circunstancias y no mi pericia me han permitido tener un conocimiento bastante exacto de él. Procede recordar ahora que deseaba ser reconocido como uno de los padres de la Constitución.