sábado, 5 de mayo de 2018

Otegui está de juerga

Eso es lo que se desprende al verlo tan contento en las fotos. Los etarras siempre tienen motivos para estar contentos. Cuando explota una bomba suya y mata a alguien, brindan llenos de contento. Cuando matan, por supuesto que por la espalda, brindan llenos de contento. Unas perlas estos etarras.
Ahora han montado alguna que otra función de teatro, en la que han colaborado actores de reparto, o quizá directores de escena, y no se sabe si colaborando económicamente, los presidentes del País Vasco y de Navarra.
Algo tienen que ver sus partidos con la existencia de ETA, como también la tiene Sabino Arana, ese orate del que nuestros antepasados, aquellos monos que bajaron del árbol no quieren saber nada. Arana no puede ser descendiente suyo, alegan; de algún cerdo habrá sido, añaden, pero los cerdos también protestan, vamos ni pensarlo, imposible, fíjense en las ratas, pero éstas responden que sólo se hacen responsables de los catalufos.
Así que los orígenes de Arana y sus seguidores, heptamilenarios todos, dicho sea de paso, habrá que buscarlos en algún otro lugar, en alguna cloaca en la que hubiera sentado sus reales alguna subespecie.
Otegui tiene muchos simpatizantes que corren a retratarse con él. El mal ejerce alguna especie de influjo sobre una parte de la población que no tiene los tornillos bien ajustados. Hay asesinos convictos y confesos que reciben muchas cartas en la cárcel de fervientes admiradores. ¿Por qué iban a ser una excepción esos etarras de mierda?
Ahora nos montan numeritos, obras de teatro, malas, pantomimas, esperpentos, y se ríen y exigen contrapartidas. Y hay impresentables que apoyan esas exigencias y ojalá que no haya impresentables que cedan a esas exigencias. La mejor información sobre el asunto está en la web de Covite. Las cartas en el buzón de Joseba tampoco son del gusto de los etarras. 

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