sábado, 13 de enero de 2018

La opción Boadella

La idea de nombrar a Boadella como presidente en el exilio por vía telemática sirve para ridiculizar algo que ya es suficientemente ridículo por sí mismo.
Más dudoso es que sirva para que algunos de los locatis cambien de opinión, porque esos han perdido desde hace mucho la capacidad de raciocinio. Puigdemont, también conocido como el Mocho, los ha dejado en la estacada, huyendo a Bélgica, y a pesar de eso lo han votado. Más grave es que por su culpa la economía catalana, y por tanto la española, ha sufrido un grave perjuicio y tampoco se lo tienen en cuenta.
No sólo él ha traicionado a los catalanes. Los que van pasando ante tribunales, o intentan tomarles el pelo, con el cuento de que son hombres de paz, o se desdicen totalmente de todo lo anterior, dejando en la estacada también a todos esos que un día u otro tendrán que responder ante la justicia, y también al resto de los locatis. Pues nada, estos no se mueven, siguen en lo alto de ese monte llamado locura.
La idea de Tabarnia como puesta en escena para que los locatis no tengan más remedio que percatarse de sus contradicciones y estupideces no sirve, porque lo único que les puede hacer renunciar a su capricho, como se va viendo, es hacerles pasar una temporadita en la cárcel y para que los encierren tienen que cometer un delito, tener un capricho simplemente no lo es.
De modo que lo de Tabarnia hay que planteárselo en serio y olvidar las chirigotas y las bromas. Hay que dar los pasos para que sea una realidad, habilitando un partido nuevo, si los que ya existen no se quieren hacer cargo del asunto y plantear las propuestas de forma oficial en donde corresponde y entonces será cuando comience la diversión de verdad. Los diarios de sesiones de las fechas en las que se debata el asunto serán dignos de guardar.

No hay comentarios: