jueves, 4 de enero de 2018

El controvertido tuit de Rajoy

El presidente del gobierno fue muy criticado por haber escrito Sangenjo, y eso que todo su tuit estaba en español.
Lo políticamente correcto avanza a pasos agigantados y quien no abrace la bobería corre el riesgo de ser proscrito o escarnecido. «Me duelen los ojos», llegó a decir alguien que habría querido leer ese nombre en vernáculo. ¡Pobres ojitos los del tal pollo!
Se da la curiosa circunstancia, además, que lo políticamente correcto en el caso de la lengua siempre va en la misma dirección, en contra del español. Si en una de esas televisiones deficitarias, que consumen una considerable porción de impuestos que son necesarios para otras cosas, y que se empeñan en un utilizar dialectos que sólo habla una parte de la población escriben Zaragoza sustituyendo las zetas por una considerable cantidad de eses, porque los catalanistas rechazan la eñe, rechazan el dígrafo ch, pero adoran a la ese, y nadie dice nada. ¿Por qué a los nombres españoles se les puede traducir a cualquier vernáculo y a los vernáculos no al español?
Sin olvidar la importancia que tiene el turismo en España, al que no se le facilitan nada las cosas con ese revoltijo de dialectos que lo inunda todo, para que no se aclare nadie. Muchos de los extranjeros que vienen a España, por motivos culturales, laborales o de ocio, han aprendido español, porque el estudio de esta lengua reúne muchos atractivos: permite leer a grandes literatos en lengua original, ser entendido en muchas partes del mundo, porque la difusión del español es muy grande y hacer negocios con muchos países, y se encuentran con la estupidez de que las calles están rotuladas en dialectos desconocidos, las explicaciones de los monumentos ídem de lienzo. Muchos de esos visitantes pensarán que los españoles somos tontos. Habrá que explicarles que una parte de los españoles.

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