miércoles, 18 de octubre de 2017

El negocio de las velas en Barcelona

Las empresas se van de Cataluña, los bancos catalanes pierden clientes sin cesar, los empresarios reconocen un gran descenso en sus ventas, no obstante los locatis siguen impertérritos reivindicando lo que creen que les corresponde porque lo soñaron así. Chocan con el muro de la ley, lógicamente, porque el hecho de estar mal de la cabeza no exime de su cumplimiento.
Pero no todas las empresas se van de Cataluña. Al menos, Colau ha conseguido que se queden los manteros...por ahora. También el negocio de las velas sigue en Cataluña y parece tener mucho porvenir en esta región durante una buena temporada, como lo demuestra el dato de que al encarcelar a dos presuntos delincuentes, acusados de delitos gravísimos, se han encendido muchas. Puesto que se prevé que el número de los encarcelados aumente considerablemente el negocio parece claro, aunque tiene su contrapartida en la ciudad, ya que luego la gente se resbala y se producen accidentes, algunos graves, así que hay que limpiar la cera rápidamente, lo cual es un gasto. También una oportunidad de trabajo. El ayuntamiento de Barcelona tendrá que contratar a mucha gente para este menester.
Otro negocio en auge en Cataluña, del que no se habla todo lo que debiera, es el de los psiquiatras y psicólogos. Por fuerza han de estar desbordados por sus clientes, puesto que después de haber explicado claramente y en distintas ocasiones que la democracia consiste en el imperio de la ley, los separatistas insisten en llamar democracia al imperio del capricho y en dar crédito a las mentiras y desoír las verdades. Llaman presos políticos a quienes están acusados de delitos tan graves que no había más remedio que encarcelarlos, y seguramente se debió de hacer lo mismo con Trapero, cuya situación de todos modos es delicada y cabe pensar que propiciará finalmente el encendido de muchas velas, no hay más remedio que pensar que necesitan ayuda profesional.

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