lunes, 14 de agosto de 2017

Faisán, de nuevo

Desde Adolfo Suárez, ningún otro presidente ha tenido un gesto de grandeza. Leopoldo Calvo Sotelo dijo, en referencia al 23-F, que por algún sitio tenía que trazar la raya, porque en otro caso tendría que haber encerrado a dos mil.
De ese modo, quienes se libraron de la cárcel, pudieron seguir cometiendo fechorías con la misma impunidad, algunos de ellos en el ejercicio de responsabilidades muy elevadas.
Si se hubiera metido en la cárcel a todos los que lo merecieron, como consecuencia se habría generado un ambiente de ejemplaridad; como la mayoría eludió sus responsabilidades, quedó claro que la justicia no es igual para todos. Por robar una gallina se va a la cárcel y participar en un golpe de Estado puede salir gratis.
De esa idea de que todo vale han surgido luego la utilización partidista de la lucha contra ETA, la utilización y manipulación de las víctimas, la negociación con los terroristas, que además de inmoral es un delito grave, los más de 300 atentados impunes y para poner la guinda a tanta infamia y tanto despropósito, el chivatazo del Faisán, en el que también ha quedado una vergonzosa X.
Las dos X, además, caen en periodos socialistas, pero en ambas hay responsabilidad compartida por el PP, porque los dos partidos participan del mismo sistema y se hacen trampas parecidas. En casi todos los demás partidos se da el caso curioso de que quisieran resolver una de las X, pero la otra no. Con lo cual…
La única grandeza que se puede encontrar está en los aledaños de la política, en Covite, que no se deja manipular, ni utilizar por nadie, motivo por el que necesita imperiosamente la ayuda de los ciudadanos. La necesita y la merece.
En lo que respecta a la reapertura del caso Faisán estamos en la fase en que hacerse ilusiones puede ser excesivo. Pero es imperiosamente necesario que quienes infringen la ley paguen por ello.

No hay comentarios: