domingo, 31 de marzo de 2013

Los franceses son demócratas

En Francia hay democracia desde hace mucho, lo cual significa que los franceses han adquirido hábitos democráticos. Quizá eso explique que allí un etarra haya muerto en la cárcel, que es en donde deberían morir todos. Los etarras están en el escalón más bajo en el que puede estar un ser humano.
En España, en cambio, según en qué sitios, un etarra es un señor. Se entiende en qué nivel están esos que consideran tan bien a los etarras. La democracia que hay en España no es comparable a la de Francia y, en líneas generales, la calidad democrática de los españoles es muy inferior a la de los franceses. Cuando me refiero a España incluyo en ella, como es lógico, al País Vasco, al País Catalán, al País Madrileño, etc.
Es evidente que la democracia no es un sistema político perfecto, sino el menos malo de los sistemas políticos. De hecho, en una democracia tan poco sospechosa como la de Estados Unidos rige, en buena parte de sus Estados, esa aberración que es la pena de muerte. Pero eso es así porque lo desean los ciudadanos. Esos ciudadanos están equivocados, claro; eso de que el pueblo no se equivoca nunca es una falacia. El pueblo se equivoca muchas veces y hacen falta políticos con valor para hacérselo ver.
En España, ni hay políticos con valor, ni hay democracia, aunque le llamen así. Tampoco abundan los demócratas, porque éstos no surgen por generación espontánea. Tendría que haber una verdadera democracia para que los ciudadanos se reconvirtieran en demócratas. Pero se conoce que ni al PP, ni al PSOE les interesa la democracia. Eso supondría que la Justicia fuera independiente, cosa que les llena de temor. Por supuesto que a los partidos nacionalistas no les interesa la democracia, y ya no sólo porque teman a la Justicia independiente, sino porque su modo de ser es totalmente dictatorial. La relación entre IU y la democracia es dudosa y UPyD sí que promueve la reforma de la Constitución.
Pero de momento nos conformamos con creernos iguales que los franceses en este aspecto.

sábado, 30 de marzo de 2013

La tentación de abusar de los parados

El manantial del que surge la gente indeseable no se agota nunca. Proliferan esos que gustan de aprovecharse de los demás, y eso a pesar de que siempre se destaca el altruismo de los grandes personajes históricos. Pero no se les pega a estos tipos, prefieren otro tipo de actividades más lucrativas.
Los parados, y más en la situación actual, en la que no se ve salida para ellos, se desesperan y están dispuestos a cualquier cosa, sobre todo cuando se les acaba el tiempo de la prestación y ya han perdido todas las esperanzas de encontrar un trabajo adecuado. Y los “listos” están dispuestos a aprovechar ese estado de ánimo. Algunos bancos (iba a decir que extranjeros, pero entonces se acusaría de xenofobia y por otro lado el dinero no extranjero en ninguna parte) han visto el modo de ahorrarse costosas campañas publicitarias. Han decidido aprovechar el filón que supone el gran número de parados y han convencido a muchos para que les hagan la publicidad gratis. Los mandan a buscar clientes, de tarjetas o de lo que sea. Pero sin pagarles, ¡ojo! Les pagan por cada contrato que logren. Y les hacen creer que se pueden conseguir x contratos cada día. Así que los parados allá van, en busca de esos contratos posibles, llevando el nombre del banco y la oferta del producto a los potenciales clientes. Es posible que alguno diga que no, pero que luego lo piense y acuda al banco a hacérselo; en este caso, el parado que le ha explicado el asunto no cobra nada.
Lo ideal sería que todos aquellos a los que contacte un parado contrataran la tarjeta de ese banco, para que él cobre la comisión, y que meses después la cancelaran y no volvieran a tener contacto nunca jamás con dicho banco. El que sea.

viernes, 29 de marzo de 2013

El Pataleo de Rosa Montero

No me extrañaría nada que en cierto sector de la política española, o de la sociedad española, se hubiera lanzado la consigna de estar de acuerdo con el escrache, esa bestialidad tan “democrática”.
Yo ya criticaba a Rajoy cuando era oposición; a Zapatero también lo criticaba, ¿cómo no podría hacerlo con lo desastroso que fue? A los banqueros, siempre. De modo que España es un país en el que proliferan las consignas y los eslóganes, y son muchos los que los obedecen, pero a mí no me llegan.
Hay un sector empeñado en defender el escrache y con esta actitud pretenden ayudar a los más indefensos. Es que quienes siguen estas consignas desconocen, o quizá no, que el único modo por el que un pobre puede sentirse amparado es que se respete y se cumpla la ley, y para ello es imprescindible que la Justicia sea independiente. Si se usa la fuerza, los más poderosos tienen ventaja siempre.
Rosa Montero procura dar la idea de que es imparcial y coherente, cosas estas que no le preocupan en absoluto a Maruja Torres, mucho más directa y sin contemplaciones, en su artículo El escrache. Que se mueran los pobres, ella a lo suyo. Si hay que defender la injusticia, la defiende.
He escrito Pataleo con mayúscula porque ése es el título del artículo de la citada Rosa Montero. La buena mujer critica a todos, a los políticos del PSOE, a los del PP y a los banqueros. No carga directamente contra el PP, sabe que durante el anterior gobierno se produjeron muchos desahucios, tantos que la entonces ministra de la Vivienda habilitó seis juzgados para agilizar los desahucios. Entonces era cuestión de darse prisa en desahuciar a la gente. Probablemente por eso, en su artículo, critica a todos para justificar el escrache, que es lo que pretende. Pero olvida que sólo se practica con políticos de un partido. Eso no está bien, Rosa.

jueves, 28 de marzo de 2013

Del escrache al supuesto adoctrinamiento

Las NNGG del PP han iniciado una campaña mediante la cual se fomenta el chivatazo anónimo, para amedrentar a los profesores.
La cuestión es lógica: Dado que en España nunca hemos tenido democracia, cada cual la entiende como quiere. Unos con el escrache y otros con el chivatazo. Dos caras de la misma moneda. En lugar de promover que haya más democracia, optan por conseguir las cosas a la fuerza.
Alberto Fabra no les ha ordenado que paren esa campaña. Qué les va a ordenar, si hasta parece que la haya ideado él, o, al menos, que haya sido de los primeros en enterarse y que haya dado el visto bueno. Rajoy ni se entera. Está ahora dejándose engañar por Artur Mas, y la factura de ese engaño la pagaremos entre todos.
Por la otra parte, se me hace difícil imaginar que Zapatero hubiera autorizado o consentido lo que ha dado en llamarse escrache. Tendrá muchos defectos, pero a esos extremos no llega, según creo. Esas cosas me parecen más propias de Rubalcaba, a quien le gusta moverse entre bambalinas y no parece que le desagrade el juego sucio. De momento, y que yo sepa, Rubalcaba todavía no se ha mostrado contrario al escrache. Tampoco se puede mostrar a favor, porque si lo hace se le pueden echar en cara las medidas que tomó el gobierno en el que estaba con respecto a los desahucios.
Ha salido mucha gente a justificar los escraches. Saben encontrar justificaciones, pero es que las hay para todo. Cuando alguien quiere hacer un mal, el que sea, y busca una justificación para ello, la encuentra.
Cada acto hay que valorarlo de acuerdo con lo que es; de otro modo hasta la mayor aberración puede considerarse como normal. Lo que no quieras para ti no lo quieras para los demás, es una máxima que se repite mucho y se tiene poco en cuenta.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Cuando se acabe la crisis

Algunos plantean la salida de la crisis para 2014. Demasiado optimista me parece, aunque puede ser. Son muchos los años lo que viene durando esta situación y desde el principio se ha ido pensando que al año siguiente se saldría de ella.
Se saldrá, no cabe duda. Aunque sólo sea porque la gente se haya acostumbrado a malvivir y porque la tasa de paro haya disminuido, aunque la mayor parte de la gente tenga trabajos infrahumanos.
Saldremos de la crisis, de un modo o de otro, y nos dirán que se conseguido gracias a que se han quitado derechos a los trabajadores y se han bajado los salarios. Eso es mentira. Una sociedad no avanza animalizando a sus componentes. Los derechos que se han quitado a los trabajadores habrá que devolverlos un día u otro. El tal Joan Rosell puede cubrirse de gloria desempeñando el papel que tiene asignado, pero cada día dice una tontería más grande que la del día anterior.
Resulta ridículo que Rosell y compañía se suban el sueldo, a pesar de que ganan cantidades desorbitadas y exijan que se les rebaje los salarios a quienes lo tienen exiguo.
Rosell y compañía han aprovechado la crisis para conseguir lo que llevan mucho exigiendo. Todas esas cosas que se ha quitado a la gente de a pie no impedían que se crearan puestos de trabajo. Y el hecho de haberlas quitado ha servido para que mucha gente vaya al paro, no para crear puestos de trabajo.
Lo que no se suele tener en cuenta estos días es el origen del desaguisado. El principio de todo está en esta dictadura disfrazada de democracia, en la que los oligarcas navegan a sus anchas, y en los disparates cometidos en la época de Zapatero. Muchos de los que ahora atacan con saña al PP callaban entonces.
Para salir en condiciones de la crisis hay que desactivar el sectarismo y la oligarquía.
 

martes, 26 de marzo de 2013

Hay que aplaudir a Rosa Díez

Hay gente que la odia, sin duda porque no saben que el odio es un error que acaba volviéndose contra quien lo siente. Y en el campo de la política tanto Zapatero como Rajoy pueden “presumir” de no querer darle “ni agua”.
Es que Rosa Díez es la única que mantiene una actitud coherente con respecto a Eta, aunque su actitud, paradójicamente le haga perder votos, porque ésta es la realidad de las cosas. Estamos en crisis, todo el mundo se pone a criticar a éste o a aquél, pero luego vota a quienes menos lo merecen. Tanto a Zapatero como a Rajoy les molesta que alguien les recuerde sus miserias.
Rosa Díez fue una de las firmantes de la carta que se le mandó a Patxi López, cuando éste se comportó de forma infame con María San Gil. Tanto Rajoy como Zapatero olvidaron eso pronto. Cada uno por un motivo diferente. Por supuesto que ni Zapatero ni Rajoy protestaron por el comportamiento de Patxi López. No hubieran conseguido ni un solo voto con ello.
En la actualidad, vivimos tiempos azarosos. La situación que llevamos años arrostrando es francamente mala y si salimos de ella lo haremos con graves daños, aunque a unos pocos no les va nada mal. A quienes tuvieron altos cargos en la política, por ejemplo.
Esta mala situación tiene como efecto “colateral” que algunos dejen de lado los usos democráticos y se dediquen al infame “juego” del escrache, que Arcadi Espada tilda, acertadamente, de terrorismo. Resulta curioso además que estas gentes violentas se centren únicamente en los miembros de un partido. Ni saben lo que es la democracia, ni lo que es la Justicia.
Bueno, pues Rosa Díez ha escrito un formidable artículo, titulado No, en defensa de la democracia, fundamentalmente. No ha salido nadie del PSOE a criticar estos violentos y antidemocráticos excesos. Rajoy puede seguir haciendo el ridículo enfadándose con ella.

lunes, 25 de marzo de 2013

Rajoy debe su cargo a Camps

A pesar de que Rita Barberá se lo ha recordado más de una vez, Rajoy parece haberlo olvidado. No le conviene ahora tener en cuenta esas cosas.
Lo que le interesa ahora a Rajoy es exprimir a los valencianos para pagar con ese dinero las embajadas catalanas y contentar de este modo a Mas.
Por supuesto que no ordenará investigar la corrupción catalana, ni clamará por el hecho de que Millet todavía ande por la calle y los Pujol amenacen con eso de que todos se pueden hacer mucho daño. Se le han hecho regalos, con dinero de los españoles, a CaixaBank. A los bancos y cajas catalanes no se les investiga con el mismo rigor que a los valencianos.
Rajoy también ha olvidado que puso como ejemplo de lo que quería hacer al gobierno de Camps. Entonces todavía le estaba agradecido, y lo debe de seguir estando, puesto que no ha emitido ni una sola contra él. En cambio, castiga a los valencianos, que las están pasando canutas precisamente a causa del gobierno de Camps, que se gastó todo el dinero que había y, no contento con eso, lo que no había, pues consideraba que la financiación de la Comunidad Valenciana era injusta y que cuando ganara Rajoy se resolvería esto. Rajoy no le dijo entonces que no y cualquier observador desinteresado se daba cuenta de que en lugar de eso, lo que planeaba el entonces candidato a presidente del gobierno era ponerle una metafórica soga al cuello, dada la insistencia de Camps en recordarle lo que le debía y cobrárselo por anticipado.
Y ahora resulta que Camps ya no está, pero los votantes valencianos, que mayoritariamente votaron a Rajoy, sí. Y a los votantes valencianos, que también son contribuyentes, les hace un corte de mangas. Tiene que quedar bien con los catalanes, como Aznar, que nos procuró la fenicia AVL.

domingo, 24 de marzo de 2013

Chipre y la Unión Europea

Hay que partir de la base de que la Unión Europea es imprescindible. La prueba de que es así es su propia. Si no fuera necesaria no se hubieran unido países tan distintos y con tanto odio acumulado entre unos y otros.
Quizá sea ese odio lo que explique que se haya hecho tan mal la Unión. No se ha buscado hacer una nación nueva que las contenga a todas, sino que se pretendió hacer un conglomerado de naciones con la intención teórica de que todas salieran ganando. Hay unas oficinas centrales que podrían servir para ejercer algún tipo de vigilancia, pero da la impresión de que no son más que cementerios de elefantes en los que cada país confina a aquellos de sus políticos que quiere mantener lejos y callados. Se le paga bien.
Se ha permitido la entrada a algunos países que debieron quedarse fuera, sencillamente porque no estaban en condiciones de seguir el ritmo de los demás y tampoco disponían de los suficientes controles democráticos internos. Ojalá le hubieran dicho al gobierno español que pidió la entrada que el nivel democrático español no el adecuado para incorporarse, puesto que el ejecutivo atesoraba todo el poder.
Se dejó entrar a Chipre, como a otros, y luego no se controló lo que hacía, de modo que al final ha estallado la bomba, y esa dejadez de la Unión Europea y del gobierno chipriota la han de pagar ahora las gentes de ese país.
Es posible que la Unión Europea o, concretamente, Alemania tengan la sartén por el mango y puedan obligar al gobierno chipriota a tomar esa medida injusta. Pero en lo que respecta a la construcción de la gran nación europea es un paso atrás. Los ciudadanos cada vez se sentirán menos europeos y más griegos, italianos, franceses ...

sábado, 23 de marzo de 2013

El asalto a la casa de González Pons

Tenemos una democracia que nos fue concedida por las oligarquías financieras y políticas. Las financieras no han parado de ganar poder desde entonces. Es decir, tenemos una democracia autoritaria y vigilada.
Obviamente, eso fue posible dada la falta de demócratas en España. Un demócrata enseguida se daría cuenta de que aquí falla algo. No hay nadie que se atreva a denunciar públicamente la corrupción de su partido, todos los diputados obedecen ciegamente las órdenes que se les da en el partido y repiten consignas y soflamas.
En España faltan demócratas, sobran políticos que en lugar de defender a los ciudadanos defienden su medio de vida, como cualquier camarero, ingeniero de caminos o DUE. Y también sobran los energúmenos. Hay pocos demócratas, pero hay muchos que se creen demócratas. Entre ellos, los que realizan acciones violentas.
Hace poco, hubo uno que dijo que hay que conquistar en la calle lo que no se puede en el Parlamento, la cita no es textual, pero se le aproxima mucho. Es lo que hay y con estos bueyes hemos de arar.
Hace poco, se han presentado unos cuantos a protestar en el portal de la casa de Esteban González Pons, y según la prensa aporrearon la puerta y la llenaron de pegatinas. Estos sujetos pensaban que ejercían sus derechos. Evidentemente, no lo pensaron bien. En el caso de que pensaran algo.
Algunos se creen que todo lo que se puede hacer es correcto. Averiguan dónde vive un político y allá van, a presionarle para que actúe de esta forma o aquella; o para que dimita. Puede que sean unos genios que se hayan percatado de que entre la democracia y la presión moral, o física, porque aporrearon y ensuciaron la puerta, hay relación.
En cualquier caso, parece fuera de duda que regresaron muy satisfechos a sus casas.
 


viernes, 22 de marzo de 2013

Reprimir las ganas de dar una hostia

No veo la televisión, como suelo decir, así que me he enterado hoy, porque lo he leído en El Mundo. Hay quien dice que leer El Mundo es de idiotas. Me quedo con el idiota y sigo. Me he enterado hoy de que Telecinco hizo una pregunta a los dos candidatos a la presidencia del gobierno:
¿Qué haría si se encontrara por la calle con Josu Ternera? Llamar a la policía, dijo Rajoy (¿para qué?, le preguntaría yo); cambiar de acera, respondió Zapatero (eso sería si no iba con Eguiguren, le diría yo). Mi respuesta a esa misma pregunta sería: reprimirme las ganas de darle una hostia, porque la violencia no es lo mío. La denuncia valdría la pena si la ley fuera clara y la Justicia independiente.
He leído la noticia aquí y, como se puede apreciar, va encabezada por una fotografía en la que aparecen tres sujetos sonrientes. Ninguna sujeta, Aído; ninguna miembra. Se les adivina que duermen a pierna suelta, como si tuvieran la conciencia tranquila. Aunque no me extrañaría que la tuvieran tranquila. A ellos, ¿qué más les da?
Lo que a unas personas les parece atroz a otras les parece normal. Lo que unos no serían capaces de hacer por nada del mundo otros lo ejecutan sin ningún reparo. Un tiro aquí, una bomba allá, un secuestro acullá, todo por la “patria”. Cada uno elige su propia patria, faltaría más. Unos eligen como patria a la palabra, otros a la justicia, otros el lugar que les da trabajo, otros la que les resulte más cómoda y conveniente a efectos prácticos, otros el crimen y la extorsión. Los políticos saben todo eso y, por lo que vemos, saben calcular dónde tienen los mayores graneros de votos. La patria de los políticos es la de los votos. Los buscan como los caminantes del desierto buscan el agua. De modo que hay que decir que Eta está acabada y si alguien dice que lo duda, los profesionales de la política arremeten contra él.